Aaron Carter, famoso por su música y por ser el hermano de Nick, de los Backstreet Boys, fue hallado muerto este sábado en la bañadera de su casa de Lancaster, en California. Con tan solo 34 años, el artista había conseguido una exitosa carrera musical, que a finales de los 90 y en poco tiempo lo convirtió en el ídolo de muchos.
Sin embargo, a la par de esta fama, Carter lidiaba con problemas familiares, sufría de enfermedades mentales y estaba sumido en las drogas. A todo esto, se sumó una conflictiva relación con su expareja Melanie Martin y la distancia que ello generó con su hijo de apenas meses.
Muchas de estas cuestiones eran desconocidas para sus seguidores hasta que algunos años atrás, el cantante habló en televisión al respecto. En una entrevista emitida en el programa de televisión The Doctors en el 2019 contó por primera vez que sufría de trastorno de la personalidad múltiple, esquizofrenia, ansiedad y depresión mecánica. En el episodio se lo pudo ver, también, con una bolsa llena de medicamentos que, según explicó entonces, los consumía para poder mantenerse estable. “Esta es mi realidad, no tengo nada que esconder”, repitió mientras alzaba su brazo con la bolsa de pastillas prescritas.
A su vez, en el 2017, Carter había hablado en público sobre su adicción a ciertos medicamentos y drogas. Según explicó, durante muchos años sufrió de huffing, un tipo específico de abuso de drogas que implica inhalar los vapores de sustancias domésticas en busca de un efecto. Este deseo de euforia instantánea lo llevó, con los años, a volverse dependiente de productos tóxicos poco comunes, como lo son una lata de pintura o un pote de pegamento. Su madre también se había referido a sus problemas con el alcohol.
En un intento por salir de estas adicciones y en medio de lo que -aseguró- era uno de los peores momentos de su vida, en septiembre el músico ingresó de manera voluntaria en un programa de rehabilitación.“Es un programa de abstinencia y trabajo con un orientador privado. Hago terapia de grupo, clases sobre paternidad, cursos contra la violencia doméstica, estoy certificado en primeros auxilios y haciendo muchas cosas diferentes a la vez”, había comentado al medio The Sun.
Las violentas relaciones con sus ex parejas
Otra de las cosas que impulsaron a Carter a buscar ayuda con las drogas fue la pérdida de la tenencia de su hijo Prince, de tan solo 11 meses, quien nació fruto de su relación con Melanie Martin.
“La razón principal por la que me inscribí en el programa Lionrock Recovery es para que me ayudaran con la marihuana. Ya no quiero fumar más. Realmente no necesito hacerlo”, comentó en una de sus intenciones por retomar su vida y su relación con Prince.
La pareja atravesó múltiples altibajos durante su tiempo juntos que, según afirmó Martin, se dieron a raíz de fuertes discusiones y hasta hechos de violencia. En marzo de este año, la mujer denunció un episodio en el que, según confirma el expediente judicial, el cantante le rompió una costilla. El episodio terminó con una solicitud de orden de alejamiento.
Por su parte, el último martes Martin fue protagonista de otro hecho con su ex pareja. Esa noche la mujer se vio obligada a llamar a la policía ya que el músico estaba conduciendo bajo los efectos del alcohol.
Sin embargo, Carter ya tenía otros antecedentes violentos. La ruptura con la artista rusa Lina Valentina también derivó en una órden de alejamiento, que sucedió a una serie de visitas que la policía realizó al hogar del músico tras habérselo visto comprando armas.
Carter, lejos de su familia
En 2019, su hermano Nick también había solicitado una órden de restricción tras haber amenazado de muerte a su esposa embarazada. A este pedido se sumó también el de su gemela Ángela, quien veía los extraños comportamientos de su hermano.
Sin embargo, el drama familiar se remonta a su infancia, cuando -según reveló en el 2019- fue víctima de múltiples abusos. “Mi hermana (Leslie Carter) me violó de los 10 a los 13 años cuando no estaba medicada”, explicó. Leslie sufría de bipolaridad y murió a sus cortos 25 años por una sobredosis de los medicamentos que le eran recetados.
“No sólo fui abusado sexualmente por ella sino que mis dos primeras bailarinas hicieron lo mismo cuando tenía ocho años. Y mi hermano abusó de mí toda mi vida”, continuó el cantante sobre los tormentosos hechos que lo marcaron de por vida y lo llevaron a pasar 15 años sumido en tratamientos psicológicos.